BELLAS DURMIENTES DE STEPHEN KING Y OWEN KING


Quizá la mayor diferencia con algunas de las novelas de King sea que en Bellas durmientes el final, si bien tan convencional y previsible como el desarrollo (lleno de ejemplos tópicos y muy reconocibles de relaciones tóxicas, desiguales, violentas, machistas…), parece planificado desde el comienzo con la intención de transmitir algún tipo de mensaje sobre las relaciones entre mujeres y hombres, la necesidad de que existan ambos géneros etc…

En cuanto a los personajes, son tantos que llegado un momento resulta difícil identificarlos y distinguirlos entre sí, pese a que se incluye una lista con información básica de ellos (nombre, edad, cargo, relación con el resto). Que cuando han transcurrido tres cuartas partes de la novela aparezcan de la nada unos cuantos más, con la única finalidad (aparente) de alargarla con innecesarias escenas de acción, dificulta aún más enterarse de quién es quién y por qué hace lo que hace.

La trama está llena de puntos de inflexión, momentos en que alguna mujer cae bajo Aurora, sucesos en los que alguna despierta descontrolada y ocurre una tragedia… estos dotan de mayor intensidad a la trama permitiendo que se mantenga alta y que el lector esté intrigado y atento durante sus casi ochocientas páginas.

El ritmo del libro no es demasiado ágil, a mí personalmente no se me ha hecho pesado, me encanta la pluma con la que ha sido escrita, la forma de narrar, el ir conociendo a los personajes con pequeños actos y sucesos que a veces parecen irrelevantes, incluso. Pero quizás las personas que les gustan las historias en las que todo sucede rápidamente y hay acción de manera continuada no lo disfruten tanto como yo. Aun así debo decir que a mí me ha mantenido intrigada todo el rato, preguntándome por el final, y que las últimas doscientas páginas han sido de una velocidad y una acción que pensaba que acababan conmigo.

ARGUMENTO DEL LIBRO :

En un futuro tan real y cercano que podría ser hoy, cuando las mujeres se duermen, brota de su cuerpo una especie de capullo que las aísla del exterior. Si las despiertan, las molestan o tocan el capullo que las envuelve, reaccionan con una violencia extrema. Y durante el sueño se evaden a otro mundo. Los hombres, por su parte, quedan abandonados a sus instintos primarios.

La misteriosa Evie, sin embargo, es inmune a esta bendición o castigo del trastorno del sueño. ¿Se trata de una anomalía médica que hay que estudiar? O ¿es un demonio al que hay que liquidar?

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